miércoles, 4 de mayo de 2011

EL CONCIERTO

Había accedido a ir solamente porque ella le gustaba. En realidad llevaba gustándole mucho tiempo, y hacía mucho tiempo que se veían, y en realidad ya había tenido tiempo de aburrirse de ella. Pero aún le gustaba. Estaba cansado, no tenía el cuerpo para ello y prefería quedarse en casa leyendo, pero fue.

El concierto era en un teatro, una de las ventajas de una pequeña ciudad, que no hay salas habilitadas. Así que se sentó, dispuesto a aguantar aquella petardez durante una hora. Al menos no había pagado.

Sin embargo, los músicos no salieron desgarbados, ni tomaron asiento pesadamente, sino que saludaron y enfilaron sus guitarras para hacer pasárselo bien al público, y así fue. Pero él, él sintió una sensación más potente que el resto de los asistentes, tensó la espina dorsal y dejó penetrar en su cerebro los acordes de guitarra, que generaban imágenes de colores que se convertían en olores y que acababan reformulándose en letras dotadas de un significado más allá del diccionario. Se dio cuenta que el talento de aquellos músicos llamaba al talento, de cualquier tipo. Si un pintor estaba en aquella sala, debería estar pintando cerebralmente el cuadro que llevara a la verdad universal. Y él estaba llegando a través de la palabra nunca pronunciada pero conjugada, babada, labrada y pensada.

El final del concierto llevó al público a la nostalgia de canciones pasadas, mientras que a él lo asomaron a la urgencia de salir de aquella sala lo antes posible. Se levantó tras el último aplauso, apenas se despidió de su novia y ésta no tuvo tiempo de invitarle a una cerveza.

Media hora después entró en su casa, se sentó, encendió su ordenador y comenzó a escribir su obra más grande, la más madura, compleja y juguetona, la cual quedó en el olvido porque su dejadez impidió que la presentara a algún concurso y ni siquiera que la mostrara como alarde del escritor que es y que nunca llegará a ser, y que sin embargo, le queda el consuelo de adormecer con sus poemas a los invitados en noches de vino y lluvia.