lunes, 18 de mayo de 2009

QUIERO SER COMO DALÍ


Todos deberíamos ser como Dalí.



Todos deberíamos intentar ser un poco más superficiales, un poco más intransitables, ponernos una coraza estética que impresionara a los demás, que alegrara con variedad el mundo. Deberíamos decir lo que pensamos y lo que no pensamos con tal de que fuera transgresor. Desde luego, nos esforzaríamos más al hablar, y las conversaciones se llenarían de humor: negro o surrealista, nunca facilón.



Nuestro fondo debería ser nuestro castillo, frío, oscuro, difícil de encontrar e impenetrable....Impenetrable...Solo unas pocas personas podrían llegar a conocernos.



Laura paraba a la altura de estas palabras y se sonreía. "Impenetrable e?-pensaba-de ese modo, si yo también fuese Dalí, mi vagina estaría más abierta al gran público que mi verdadera personalidad".



Laura no sabía que ella ya cumplía el gran precepto de Dalí, y que efectivamente sus partes físicas eran más accesibles que las psíquicas, y que solo algunas personas la conocían cruelmente, casi con dolor.



La narradora, que también empezaba a intuirla, decidió ponerle un sobrenombre, casi riéndose de ella. Y desde ese día, Laura fue el personaje llamado "Ávida love".

No hay comentarios:

Publicar un comentario